Gobierno Abierto y Datos Abiertos en Ciudad del Este: una experiencia que se adapta y enfoca desde la ciudadanía

Es similar a una pupila que se ha acostumbrado a la oscuridad por días (décadas en el caso de nuestro país), y, repentinamente alguien enciende la luz. La adaptación de la visión molesta, duele inclusive. Las reacciones van desde el disgusto con quien encendió la luz, pasando por quienes soportan la incómoda adaptación borrosa de la visión, hasta quienes querrán mantener los ojos cerrados y evitarse la molestia de reconocer la realidad (caótica) a su alrededor.

Las leyes de transparencia [1] promulgadas en el 2014 garantizan que podemos encender la luz en las salas oscuras de todo el sector público. A saber, el Gobierno mismo no solo ha encendido la luz con la apertura de información pública sino que ha dado la oportunidad a la ciudadanía de abrir las puertas de otros cuartos oscuros y así colaborar a promover una gestión más transparente y eficiente de los recursos públicos a través de Datos Abiertos. Ese es uno de los pilares de la Alianza para el Gobierno Abierto: el trabajo en colaboración y la construcción conjunta entre sociedad civil y Gobierno para la mejora de los servicios públicos, la rendición de cuentas, la promoción de la transparencia y participación ciudadana, todo esto en un marco de innovación constante.

 No obstante, todavía hay mucha gente que quiere, pero no sabe cómo encender la luz; que está interesada en entrar a cuartos donde se esconden cosas, pero no comprende cuál es o cómo encontrar el interruptor, gente que de verdad quiere colaborar y sabe que ahora puede, pero que se frustra en el vacío de la pregunta: ¿cómo puedo participar? Pues décadas viviendo en la oscuridad nos han robado la respuesta imponiéndonos silencio. Hoy tenemos que construir esa respuesta juntos, sin muchos precedentes y al ritmo acelerado de los cambios de paradigmas.

La transparencia como una constelación

Incluso si todas las instituciones públicas publicaran portales de datos abiertos y aún si contáramos con las plataformas y aplicaciones móviles más innovadoras de la región, la tarea no tendría sentido si la ciudadanía no supiera de su existencia, o si,  a sabiendas, no las utilizase. En otras palabras, si la ciudadanía no puede encontrar el interruptor de luz, la consecuente participación ciudadana es cuanto menos magra, incluso podría decirse excluyente.[2] No es secreto lo poco que se sabe en el interior del país acerca de lo mucho que se ha avanzado en términos de transparencia y desarrollo de valiosas herramientas para promoverla.

La transparencia no debería ser una estrella a alcanzar, sino más bien una constelación a comprender. Ella solo toma su significado real cuando es parte de una constelación de otras condiciones, empezando por la apertura—en este caso del Gobierno—y llegando hasta la participación sostenida de la ciudadanía para una auditoría que resulte en el ascenso de la calidad de vida de las personas a través de mejores servicios y mayor eficiencia por parte del Estado.

Para que la constelación esté completa, o mejor dicho, para que se pueda comprender la figura de la constelación (o la ubicación del interruptor) necesariamente tenemos que incluir temas como alfabetización cívica y, más imperiosamente en nuestros tiempos, la alfabetización e inclusión digital. En ese sentido, hay mucho que hacer y lo bueno es que tanto la sociedad civil como Gobierno lo reconocen.[3]

Que “AIGA” luz

En Ciudad del Este, desde reAcción, hace cinco años nos hemos comprometido a fomentar la educación cívica para empoderar y comprometer a los ciudadanos en la tarea de promoción de la transparencia y participación ciudadana, especialmente en el sector educativo. Esta vez, como miembros del grupo de OSCs que monitorean los compromisos del Plan AGA 2014-2016, quisimos promover el consumo de Datos Abiertos a través de la utilización de herramientas tecnológicas actualmente disponibles.

Así surgió la Alianza Impulsora de Gobierno Abierto (AIGA) en Ciudad del Este que está conformada por programadores, activistas, estudiantes universitarios y de colegios. Como primer paso, AIGA ha apuntado a hacer uso del Contralor del FONACIDE y de los datos ofrecidos en el Portal de la DNCP para monitorear la administración y asignación del FONACIDE en Ciudad del Este (en progreso). En ese proceso notamos la necesidad de profundizar conocimientos sobre datos abiertos (i.e. apertura y utilización) y de fortalecer la capacidad sostenible a nivel local.

Con el apoyo del Programa de Democracia y Gobernabilidad USAID-CEAMSO, organizamos el primer taller de Datos Abiertos en el interior del país los días 10, 11 y 12 de agosto del corriente año. Tres días de talleres dictados por el Dr. Juan Pane en el campus de la Universidad Nacional del Este resultaron en cuatro grupos mixtos (perfiles técnico y no-técnico) que apuntan a desarrollar herramientas para los sectores de salud, agua, transporte y estaciones de servicio, respectivamente, a nivel local. Además, los grupos pretenden influenciar la agenda electoral de los candidatos a la intendencia municipal en sus respectivas áreas de trabajo y promover la importancia de Gobierno Abierto para la siguiente administración municipal.

Con esta iniciativa queremos probar el poder de combinar las herramientas tecnológicas que hacen uso de Datos Abiertos y a la participación ciudadana para influenciar en las políticas públicas a nivel local, crear conciencia y promover más participación. Vivenciando la educación cívica a través de la participación sostenida y organizada queremos ir más allá de apuntar a donde están los interruptores para encender la luz; queremos fortalecer la capacidad local para que en ausencia de interruptores puedan crearlos si fuera necesario.

David Riveros García, BA Relaciones Internacionales – Universidad de Morningside, EE.UU.

Director Ejecutivo | reAcción

Ciudad del Este, Paraguay

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