El camino de la apertura: Agesic
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En Agesic, desde su creación, hemos entendido que las formas de la democracia son estructuras cambiantes, que deben adaptarse ya no a los esquemas de proyectos o políticas aisladas, sino a la evolución que determina la demanda de la ciudadanía.
En nuestra agencia tenemos la misión de liderar la estrategia de implementación del gobierno digital con una Administración Pública centrada en el ciudadano que innova en la relación entre estos y el Estado con base en las posibilidades que nos brindan las tecnologías de la información. En este sentido, las nuevas tecnologías no son para nosotros fines en sí mismos, son herramientas que nos permiten lograr cambios verdaderamente significativos en la vida de las personas.
Entendemos que para ello debemos encontrar una forma de gobierno con políticas incluyentes que promuevan la participación, la equidad y el desarrollo de capacidades, siempre de cara a optimizar la calidad de vida de todas las personas de nuestro país.
En nuestro proyecto de trabajo, el ciudadano no es un receptor pasivo de medidas gubernamentales, es un constructor de democracia, actor definitorio en las decisiones de Estado. El carácter abierto de un gobierno debe darse por defecto con líneas de acción claras y metas que lo naturalicen.
Previo a la formalización de la Alianza para el Gobierno Abierto, en Uruguay ya habíamos comenzado a poner en práctica los principios de transparencia, rendición de cuentas y colaboración a través de políticas tendientes a disminuir brechas, a generar equidad y a democratizar el acceso a los servicios públicos.
En ese sentido, en 2008 Uruguay ya sancionaba dos leyes fundamentales, garantes de derechos ciudadanos y cimientos de las políticas abiertas que el país adoptaría: La Ley de Protección de Datos Personales y la Ley de Acceso a la Información Pública.
Para institucionalizar nuestro compromiso con políticas abiertas de gobierno, en 2011 nos adherimos a la Alianza para el Gobierno Abierto para llevar adelante una estrategia integral, que involucra a múltiples actores del gobierno, academia y sociedad civil; con objetivos y acciones concretas, mesas de diálogo, consultas públicas, leyes sancionadas, promoción de la apertura de datos de gobierno y generación de capacidades a través de datacamps, hackatones y concursos. Estas acciones definen objetivos y metas que materializan una estrategia que no sólo consideramos necesaria, sino fundamental para otorgarle al ciudadano potestades respecto a la rendición de cuentas del Estado, y para que sea un actor definitorio en las decisiones gubernamentales.
Desde la elaboración del primer plan de acción hasta la actualidad, Uruguay se ha posicionado a la vanguardia del gobierno abierto en América Latina. El país ha logrado un buen equilibrio entre los lineamientos en la materia y las acciones concretas llevadas a cabo para consolidar los preceptos fundamentales de gobierno abierto.
La evolución social supone mantener una línea de continuidad que sustente los ideales de cada proyecto de gobierno, pero a su vez, volvernos permeables al cambio, de cara a nuevas formas de gobernar que colocan al ciudadano como eje y, por ello, como actor que interviene en las decisiones gubernamentales. Transitando el camino de la apertura lograremos la tangible ambición de fortalecer los pilares democráticos en nuestros países.