Statement from the CEO of OGP on the Situation in El Salvador
Comunicado del CEO de OGP sobre la situación en El Salvador
As the leader of the Open Government Partnership (OGP), I am alarmed by concerns raised by civil society organizations regarding the dismissal of the Constitutional Court Justices and the Attorney General, and closing civic space in El Salvador. These actions undermine the rule of law and a true separation of powers, which are cornerstones of a well-functioning democracy. This concern is amplified by ongoing democratic regression in the country, including curbed civil liberties in response to the COVID-19 pandemic and El Salvador’s downgrade from a “flawed democracy” to a “hybrid regime” in the 2020 Democracy Index.
Upon joining OGP in 2011, the government of El Salvador signed the Open Government Declaration, which states that members must commit to strengthening the rule of law, implementing robust anti-corruption policies, mechanisms and practices, and to protecting the ability of not-for-profit and civil society organizations to operate in ways consistent with a commitment to freedom of expression, association, and opinion. Additionally, signatories of the declaration commit to creating mechanisms to enable greater collaboration between governments and civil society organizations and businesses.
Upholding the values expressed in the Declaration, including transparency, participation and accountability, is at the heart of OGP and the multi-stakeholder process it helps to support in El Salvador. These values are more important than ever in the context of the COVID-19 pandemic, which has required increased public resources.
OGP urges the Government of El Salvador to reestablish the conditions that allow for a constructive dialogue with civil society as they work together to create a new action plan in 2021. In their latest communication to OGP, the Government of El Salvador has reinstated their commitment to fighting corruption, promoting democracy and observing OGP values. I encourage the government to work with civil society and use the action plan to put in place democratic reforms that respect the rule of law, ensure the separation of powers, and safeguard and protect civic space.
OGP and the open government community are ready to provide the necessary support to accomplish this task, by working to facilitate a true dialogue between the government and civil society and deliver a stronger democracy for the people of El Salvador.
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About OGP:
In 2011, government leaders and civil society advocates came together to create a unique partnership—one that combines these powerful forces to promote accountable, responsive and inclusive governance.
Seventy-eight countries and a growing number of local governments—representing more than two billion people—along with thousands of civil society organizations are members of the Open Government Partnership (OGP).
For questions or to set up interviews please contact commsteam@opengovpartnership.org.
Como líder de la Alianza para el Gobierno Abierto (OGP por sus siglas en inglés), estoy alarmado por las preocupaciones planteadas por las organizaciones de la sociedad civil con respecto a la destitución de los Magistrados de la Sala de lo Constitucional, así como la del Fiscal General, y restricciones al espacio cívico en El Salvador. Estas acciones socavan el Estado de derecho y la separación de poderes, que son fundamentales para que una democracia funcione correctamente. Esta preocupación se ve amplificada por la actual regresión democrática en el país, incluyendo la restricción de las libertades civiles en respuesta a la pandemia COVID-19 y la degradación de El Salvador de una “democracia imperfecta” a un “régimen híbrido” según el Índice de Democracia 2020.
Al unirse a OGP en 2011, el gobierno de El Salvador firmó la Declaración de Gobierno Abierto, que establece que los miembros deben comprometerse a fortalecer el Estado de derecho, implementar políticas, mecanismos y prácticas robustas contra la corrupción y proteger la capacidad de las organizaciones sin fines de lucro y de la sociedad civil para operar de manera consistente con el compromiso con la libertad de expresión, asociación y opinión. Además, los firmantes de la declaración se comprometen a crear mecanismos que permitan una mayor colaboración entre gobiernos y organizaciones de la sociedad civil y empresas.
Mantener los valores expresados en la Declaración, incluida la transparencia, la participación y la rendición de cuentas, es la base de OGP y del proceso multiactor que apoya en El Salvador. Estos valores son más importantes que nunca en el contexto de la pandemia de COVID-19, que ha requerido mayores recursos públicos.
OGP insta al gobierno de El Salvador a restablecer las condiciones que permitan un diálogo constructivo con la sociedad civil, mientras cocrean un nuevo plan de acción en 2021. En su más reciente comunicación a OGP, el gobierno de El Salvador ha restablecido su compromiso de luchar contra la corrupción, promover la democracia y observar los valores de OGP. Insto al gobierno a trabajar con la sociedad civil y utilizar el plan de acción para implementar reformas democráticas que respeten el Estado de derecho, aseguren la separación de poderes y protejan el espacio cívico.
OGP y la comunidad de gobierno abierto están dispuestos a brindar el apoyo necesario para lograr estos objetivos, trabajando para facilitar un diálogo genuino entre el gobierno y la sociedad civil y así procurar una democracia más sólida para el pueblo salvadoreño.
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Sobre OGP:
En 2011, líderes gubernamentales y defensores de la sociedad civil se unieron para crear una alianza única, una que combina estas poderosas fuerzas para promover un gobierno transparente, responsable e inclusivo.
Setenta y ocho países y un número creciente de gobiernos locales – representando a más de dos mil millones de personas – junto con miles de organizaciones de sociedad civil son miembros de Open Government Partnership (OGP).
Para preguntas o para programar entrevistas, comuníquese con: jose.perez@opengovpartnership.org.
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