Austin’s Equity Assessment Tool: Leveling the Playing Field
Herramienta de evaluación de equidad de Austin: nivelar el campo de juego
From the Austin City Government:
The City of Austin Equity Office was established through a City Council resolution in 2015, and officially opened with the hiring of the first Chief Equity Officer, Brion Oaks, in 2016. Unlike the many Equity Offices throughout the nation where city staff have driven the creation of these offices, the impetus for establishing the Austin Equity Office was years of grassroots organizing by local community members and coalitions who were calling for the development and implementation of an equity assessment tool.
Austin has a long history of codified racial segregation, and while some reports outline the deep-set divisions and disparities experienced by community members, others tout Austin as the best place to live in America, which serves to mask the work that still needs to be done.
When it came time to begin developing the Equity Assessment Tool, the Equity Office brought the communities who had organized for the establishment of the office together to form what is now called the Equity Action Team (EAT). This body, which now numbers more than 100 people, includes community members, representatives from local organizations and coalitions, city staff who are organizing around equity internally, and institutional partners.
While EAT is one of the ways the Equity Office works with community, the relationship with them goes far beyond what is traditionally thought of as “community engagement.” Throughout the first six months of 2017, EAT collectively dedicated over 850 hours to a co-creative process to build out and refine what is now the City’s first Equity Assessment Tool, and one of the City’s first Open Government PartnershipThe Open Government Partnership (OGP) is a multi-stakeholder initiative focused on improving government transparency, ensuring opportunities for citizen participation in public matters, and strengthen... More projects. As the Equity Office, still very much in its infancy, worked in tandem with community to develop the Equity Assessment Tool, it became clear that in addition to being our co-creators, EAT also functions as a body of consultants that guides the work and holds staff accountable.
Although the Equity Assessment Tool is not considered a “tech” project or a “tech” solution, it is naturally aligned with the City’s goals of becoming open and smart because it has never been closed. Anyone can join EAT and when the co-creative process is underway the documents are open publically on cloud-based platforms for edits, comments, and suggestions. Austin’s history has demonstrated that exclusivity can easily lead to disparities in outcomes, and it is more difficult to open up something that was once closed than to design an open process with people most directly impacted from the beginning.
Additionally, there is an efficiency to be realized when time and energyEnsuring universal access to sustainable, dependable, and affordable energy is critical to every aspect of prosperity. Increasing public oversight and transparency in the energy sector can help to ens... are invested in community on the front-end of a project. There is a natural push to be “solutions focused” in the work we do. However, working with community in a meaningful way is not always fast and identifying solutions quickly is not always at the top of the priority list. Often there is history that needs to be unpacked, ideas that need to be let out and explored, and conversations about what success will look like, and for whom, before solutions enter the conversation. When these crucial pieces are skipped, the solutions that are identified are likely to be rejected by the very people they were created for.
The Equity Assessment Tool was piloted by eight city departments in 2017 and is currently being piloted by and additional 13 city departments. The Equity Office is working to determine the capacity necessary to implement the tool in all 47 city departments in 2019. One of the most interesting findings of this process has been the lack of disaggregated data we collect as a City and our tendency to develop data silos. As we move forward, the Office is working with other community members and other city staff to identify how to keep the data generated by the Equity Assessment Tool open, and advocating for better data collection practices and storage that are also accessible and meaningful for community members.
Del gobierno de la ciudad de Austin:
La Oficina de Equidad de la ciudad de Austin se estableció a través de una resolución que se dio en el marco del concejo municipal en 2015. A diferencia de muchas otras oficinas de equidad del país en las que el personal del gobierno de la ciudad identificó la necesidad de establecer la oficina, en el caso de Austin, el empuje se dio tras años de organización comunitaria en la que participaron miembros de la comunidad y coaliciones que pedían el desarrollo e implementación de una herramienta que permitiera evaluar la equidad.
En Austin ha habido una situación muy seria de segregación. Por un lado se publican reportes que describen la profunda desigualdad que experimentan los miembros de la comunidad; por el otro, algunos nombran a esta ciudad como el mejor lugar para vivir de todo Estados Unidos.
Cuando se inició el desarrollo de la Herramienta de Evaluación de la Equidad, la Oficina de Equidad reunió a las comunidades que habían organizado el establecimiento de la oficina y así se formó el Equipo de Acción por la Igualdad (EAT por sus siglas en inglés). Este organismo, que actualmente cuenta con más de 100 personas, incluye a miembros de la comunidad, representantes de organizaciones y coaliciones locales, personal de la ciudad y socios institucionales.
EAT es uno de los mecanismos a través de los cuales la Oficina trabaja con la comunidad, pero la relación que tiene con ésta va más allá de lo que normalmente se denomina “participación comunitaria”. En los primeros seis meses de 2017, EAT dedicó más de 850 horas a un proceso de cocreación para el desarrollo de lo que hoy es la Herramienta para la Evaluación de la Equidad, proyecto que forma parte de los esfuerzos realizados en el marco de Open Government Partnership. La oficina trabajó en colaboración con la comunidad en el desarrollo de la herramienta y, en ese proceso, comprendimos que además de ser cocreadores, el EAT además operaba como un organismo de consultores que orienta el trabajo de la oficina y asegura que rinda cuentas.
La herramienta no es un proyecto o solución tecnológica, pero está alineada con los objetivos de la ciudad de ser más abierto e inteligente, pues nunca ha sido un producto cerrado. Cualquier persona puede participar en EAT y durante el proceso de cocreación, los documentos son públicos y están disponibles en plataformas en línea que permiten editar, comentar y hacer sugerencias. Austin ha demostrado que la exclusividad puede llevar a la desigualdad y que es más difícil abrir un proceso que había sido cerrado que diseñar un proceso abierto desde el inicio.
Además, es necesaria la eficiencia cuando se invierte tiempo y energía en un proyecto. Lo natural es que nuestro trabajo esté orientado a desarrollar soluciones. Sin embargo, el trabajo con la comunidad no siempre es rápido y la velocidad no es la prioridad. Antes de iniciar la conversación, es necesario comprender el contexto, escuchar y explorar ideas y tener conversaciones sobre los resultados que se esperan lograr y para quién. Cuando se pasan por alto estos pasos, es muy probable que la gente rechace las soluciones identificadas.
La herramienta de equidad se piloteó en seis departamentos de la ciudad en 2017 y actualmente se está probando en 13 departamentos más. La Oficina de Equidad está trabajando para evaluar qué recursos se necesitan para implementar la herramienta en los 47 departamentos de la ciudad en 2019. Uno de los resultados más interesantes del proceso ha sido la falta de datos desglosados que la ciudad recolecta y el aislamiento de datos. Ahora, la Oficina está trabajando con otros miembros de la comunidad y personal de la ciudad para identificar cómo asegurar que los datos de la herramienta sean siempre abiertos y procurar la implementación de mejores prácticas de colecta y almacenamiento de datos, de manera que tengan significado para la comunidad.