Datos abiertos sobre feminicidios en Brasil
El feminicidio es reconocido a nivel global como una de las manifestaciones más severas de la violencia en contra de las mujeres y Brasil es uno de los países con mayor prevalencia de este crimen. Según “Mapa da Violência”, estudio publicado por FLACSO en el 2015, la tasa nacional de asesinatos de mujeres de este país es de 4.8 homicidios por cada 100,000 mujeres. Este dato coloca a Brasil como el quinto país con mayor incidencia de feminicidios.
LEY BRASILEÑA DE FEMINICIDIOS
En marzo de 2015, la entonces presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aprobó una nueva ley que criminalizaba al feminicidio (asesinato de mujeres por motivos de género) y establecía penas más duras para los responsables de este crimen.
La nueva legislación define a los “feminicidios” como crímenes que conllevan violencia doméstica, discriminación o desprecio por las mujeres y que resulta en su muerte. La ley impone sentencias más severas y define condenas más largas para quienes cometan crímenes en contra de mujeres embarazadas, niñas menores de 15 años o mujeres mayores de 60 años y mujeres y niñas con alguna discapacidad.
MEDICIÓN DE LOS FEMINICIDIOS: DATOS PÚBLICOS
Sin embargo, aunque el feminicidio en Brasil es una realidad innegable, este fenómeno es aún muy difícil de medir y cuantificar. El hecho de que la única ley que existe en el país al respecto es relativamente reciente implica que las estadísticas oficiales aún están pasando por un proceso de ajuste: desde la forma en la que la policía registra los casos hasta cómo concluye cada caso tras el juicio.
Aunque el tipo de información que ofrecen los reportes como “Mapa doViolência” puede ser muy útil para sensibilizar al público y a los tomadores de decisiones sobre el tema, esta información es insuficiente. Diversas organizaciones de la sociedad civil, académicos y los movimientos sociales han resaltado la necesidad de contar con datos oficiales más detallados sobre los feminicidios, pues éstos son esenciales para establecer políticas públicas y mecanismos de prevención efectivos.
La realidad actualmente es que, a pesar de la alta prevalencia de este aberrante crimen, la mayoría de los datos publicados se fundamentan en los resultados de sistemas de colecta de datos incompletos. Para iniciar un diálogo sobre qué podría hacer para mejorar la calidad de las bases de datos, ARTICLE 19 Brasil publicó su más reciente reporte: “Datos sobre feminicidio en Brasil”, en el cual presentó un análisis sobre la disponibilidad y calidad de los datos sobre feminicidios del país.
ARTICLE 19 Brasil busca contribuir a la colecta y difusión de datos de calidad que podrían ser usados para luchar contra los feminicidios. Debido a que los datos aún se encuentran en fase de adaptación, la publicación no representa un estudio completo de todas las posibles fuentes de datos sobre el tema. Además, los casos de feminicidios muchas veces no se reportan y las investigaciones de la policía no registran correctamente los feminicidios, lo que puede llevar a malas interpretaciones y conclusiones equivocadas.
Entre septiembre y noviembre de 2017, evaluamos nueve bases de datos que contenían información sobre feminicidios en función de quince criterios de datos abiertos para la política pública. El reporte ofrece recomendaciones sobre cómo los datos pueden mejorarse desde el punto de vista de la interseccionalidad, calidad y valor de la información.
Nuestros datos demuestran que la mayoría de los datos analizados no contextualizan cada caso de feminicidio, por lo que es difícil comprender la dinámica del crimen. Las licencias y formatos utilizados para publicar los datos son deficientes, pues es común el uso de software patentado y las bases de datos carecen de directrices sobre protección y derechos de autor. El uso de software patentado en la publicación de datos abierto está muy extendido, por lo que muchas organizaciones no pueden tener acceso a ellos por falta de recursos.
FALTA DE UNA PERSPECTIVA INTERSECCIONAL
Las bases de datos evaluadas carecen de una perspectiva interseccional. En Brasil, el racismo es un problema muy profundo. Así, la violencia afecta de forma desproporcionada a las mujeres en función de su raza, etnia, clase, orientación sexual e identidad de género.
Las mujeres negras de Brasil son sujetas a opresión de género y racial al mismo tiempo y son las principales víctimas de varios indicadores de violencia. Según Bruna Cristina Jaquetto Pereira, investigadora visitante de la Universidad de California en Berkeley, “la violencia en Brasil no es un fenómeno que afecta a todos por igual.” Por el contrario, la violencia muchas veces tiene que ver con el género y la raza”. El “Mapa do Violência” demuestra que la cantidad de muertes violentas al año aumentaron en un 54% entre el 2003 y el 2013. Como referencia, en el mismo periodo, la tasa de asesinato de mujeres blancas se redujo en 9.8%.
Sin embargo, muchas bases de datos de Brasil no categorizan adecuadamente los homicidios de mujeres según su raza o clase, lo que podría contribuir a difundir información equivocada que ignora el aspecto interseccional de los feminicidios. A pesar de la importancia de incluir el desglose de datos por raza y etnia en las bases de datos, nuestra investigación confirmó que solo tres de las bases de datos analizadas incluyeron filtros relacionados con dichos criterios.
Otro factor preocupante son los datos sobre violencia en contra de la población transgénero. A pesar de que este tipo de información es fundamental para desarrollar políticas públicas efectivas para luchar contra la violencia de género, en nuestra investigación no fue posible identificar víctimas transgénero.
Nuestra evaluación demuestra que la estandarización sobre las variables colectadas sobre feminicidios y la creación de una base de datos nacional centralizada son elementos clave para seguir analizando este fenómeno en Brasil. Para lograrlo, debemos diseñar estrategias para perfeccionar el proceso de colecta de datos, lo cual requiere de la cooperación entre el gobierno y la sociedad civil. El Gobierno de Brasil debe impulsar esfuerzos sobre la colecta de datos sobre feminicidios y avanzar en la construcción y publicación de bases de datos más completas, pues esto es un paso necesario para el desarrollo de políticas públicas efectivas que luchen contra la violencia en contra de las mujeres en Brasil.