Monólogos Abiertos sobre Género (#OpenGender) – Una herramienta para el diálogo
Este artículo se publicó originalmente en Medium.
¿Cuántas veces has escuchado a una mujer quejarse de sexismo en el gobierno abierto y en el espacio cívico? Lo más probable es que, si eres hombre, ésta sea la primera vez que escuchas hablar de ello, pero la triste verdad es que la discriminación es un sentimiento que las mujeres conocen muy bien. El problema es que muchas veces no tenemos la oportunidad de expresarlo.
Ésta era la idea detrás de la sesión del viernes: Monólogos Abiertos sobre Género durante la Cumbre de Gobierno Abierto de París. El objetivo de la sesión era abrirnos sobre lo que significaba no ser hombre en la comunidad de datos abiertos, gobierno abierto y tecnología cívica. Antes de la sesión, Mor le pidió a la gente enviar sus historias, ya sea de forma anónima o no, al grupo de OpenHeroines. Mujeres y hombres leyeron estas historias durante la sesión con el objetivo de mostrar las luchas a las que se enfrentan muchas personas, ya sean mujeres o de otro género, personas de color o quienes se identifican con la comunidad LGBTQA+ y que trabajan en las comunidades de gobierno abierto, datos abiertos y tecnología cívica.
Escuchamos historias sobre la sobresexualización de colegas, discriminación de género, sexualidad o raza y sobre los casos en los que no tenemos la fuerza suficiente para decir: “¡Eso es discriminación! (Lee más sobre las historias aquí).
A veces es fácil notar cuando un comentario u acción genera inequidad, pero los motivos detrás de ellos no siempre son obvios. En las historias que escuchamos, nos preguntamos si la persona que está discriminando lo hacían conscientemente de lo que estaban haciendo o diciendo y si sabían los sentimientos que ocasionaban en las mujeres. Es por ello que las sesiones como Open Heroines son tan importantes para mostrar las voces de quienes no la tienen en la vida cotidiana. En un espacio que intentaba discutir los retos y abrir mentes como un primer paso hacia una mayor inclusión, nos decepcionó que menos del 10% de los participantes se identificaban como parte del género masculino. Para que ocurra el cambio y se escuchen y comprendan nuestras experiencias, es importante que tengamos audiencias más diversas, incluyendo (hombres cis blancos) que estén dispuestos a escuchar. Lo más importante es que dichas audiencias comprendan que no estamos atacándolos personalmente, sino que estamos intentando iniciar un diálogo para mejorar la situación.
Los dejo con una historia que me ayudó a comprender este tipo de discriminación y, lo que es más importante, que en muchas ocasiones la ignoramos o nos culpamos a nosotras mismas.
Una amiga me contó, de forma anónima, acerca de una entrevista que había tenido y la retroalimentación que había recibido. Su mentor le pidió específicamente solicitar a una posición, pues parecía estar convencido que le iban a dar el trabajo. A lo largo de todo el proceso su mentor fue muy positivo y le decía que la entrevista sería difícil pero que ella obtendría el trabajo si hacía una buena presentación, hasta que se involucró en el proceso otro director.
De repente, la actitud de su mentor cambió, así que mi amiga tuvo que hacer su mejor esfuerzo, pues la competencia iba a ser muy difícil e incluso si hacía un buen papel en la entrevista, parecía que no obtendría el puesto. Así son las entrevistas, pensó ella. Así que se presentó, hizo la entrevista y dio su mejor esfuerzo. Finalmente no le dieron el trabajo.
Seguramente estarás pensando, “¿Eso qué tiene que ver con el sexismo? ¿Y con la discriminación? Simplemente no lo hizo tan bien como la otra persona”. Lo mismo pensó ella pensó hasta que pidió la retroalimentación de sus entrevistadores.
Mujer trabajando – Operando un taladro en Vultee-Nashville, mujer trabaja en un bombardero en picado, Tennessee. Biblioteca del congreso.
La retroalimentación que recibió fue decepcionante. El otro candidato era hombre y conocido del otro director, a diferencia de mi amiga. Le dijeron que había obtenido puntajes altos en todas las secciones de la entrevista y de la presentación, igual que el otro candidato, pero no le dijeron por qué razón no le habían ofrecido el puesto. Ella insistió acerca de por qué no habían hecho una segunda ronda de entrevistas, lo cual es el proceso que normalmente se hace cuando los candidatos tienen resultados similares. Finalmente, recibió algunos comentarios diciendo que su estilo era demasiado suave, crítica que muchas veces reciben las mujeres en puestos directivos.
Ella me comentó: “Es muy difícil escuchar que, aun cundo hiciste tu mejor esfuerzo, contrataron a un hombre en lugar de a ti, pero tal vez no soy lo suficientemente buena.” A pesar de haberle dicho que había tenido los mismos resultados en la entrevista, ella seguía pensando que la culpa era de ella y no de los entrevistadores o que el proceso de entrevista había estado sesgado. Esta es la actitud que tenemos que cambiar para que la vida sea un poco más equitativa.
Si tú tuviste una experiencia similar y nos quieres compartir tu historia, puedes enviarla para que la publiquemos, de forma anónima o dándote crédito al correo: [worldopenheroines@gmail.com]