The OGP’s New Report is a Valuable Tool for Advocates
El Nuevo Informe de OGP es una Herramienta Util para los Impulsores del Gobierno Abierto
The OGP’s growth has been so rapid that it’s easy to forget that it launched only eight years ago. What started as a membership of eight countries in 2011 has blossomed into 79 countries and a number of local governments today that represent more than two billion people. OGP members have made more than 3,800 commitments (!) to make government more open and effective.
But what impact have those thousands of commitments had, were they implemented effectively, and how can future commitments be improved? The OGP’s State of Open Government is an impressive undertaking that aims to shed light on those questions.
The report draws upon data from the OGP’s Independent Reporting Mechanism (IRM)The Independent Reporting Mechanism (IRM) is OGP’s accountability arm and the main means of tracking progress in participating countries. The IRM provides independent, evidence-based, and objective ... and a wide range of 3rd party sources to assess the state of the open government movement at both the aggregate (global) level and the granular (country) level. Those who have grappled with the IRM’s raw data will appreciate the value of having a contextualized analysis of global trends and country-level performance that is at once easily accessible and readily digestible.
The report should be a very useful resource for government reformers, as it provides useful roadmaps on the types of commitments that other countries have made, as well as the gaps in both commitments and, more importantly, implementation across a range of issues.
For those of us engaged in advocacy, the report will serve as a valuable resource for monitoring whether governments are adequately implementing existing commitments and for identifying policy and data gaps that could form the basis of future commitments. It also helps assess whether government commitments are adequately ambitious and transformative, and could be used as a playbook for identifying commitments in other countries that may have relevanceAccording to the OGP Articles of Governance, OGP commitments should include a clear open government lens. Specifically, they should advance at least one of the OGP values: transparency, citizen partic... in addressing similar challenges locally.
The report includes country pages for each OGP member that can be used as a quick reference tool for checking an OGP member’s achievements and “reforms to watch”. These pages are handy for checking a country’s progress against OGP commitments and for identifying areas in which the quality and level of ambitionAccording to OGP’s Articles of Governance, OGP commitments should “stretch government practice beyond its current baseline with respect to key areas of open government.” Ambition captures the po... of a country’s commitments could improve.
While the report does not directly compare countries against each other, the country pages enable readers to assess how their country’s commitments and progress on specific issues compares to other governments in the region or globally. Advocates could use that information to start a discussion about necessary domestic reforms.
I find it particularly noteworthy – and useful – that the report provides analysis on specific areas in which OGP members are falling short, essentially providing a roadmap for both governments and civil society as new national action planAction plans are at the core of a government’s participation in OGP. They are the product of a co-creation process in which government and civil society jointly develop commitments to open governmen... commitments are developed. For instance, the report notes that health outcomes data lags far behind data on inputs across OGP commitments globally, and recommends that OGP members consider making commitments to centralize and make comparable data on health facilities and outcomes, disaggregated by genderOGP participating governments are bringing gender perspectives to popular policy areas, ensuring diversity in participatory processes, and specifically targeting gender gaps in policies to address gov... and at local levels. The report also concludes that too few countries provide disaggregated budget and expenditure data, and suggests that reformers and advocates prioritize securing new government commitments in those areas.
The report helpfully synthesizes a series of lessons learned from the OGP experience to date, highlighting numerous case studies of government efforts to implement their OGP commitments, some more effectively than others. The case studies are rich in lessons learned that both reformers and advocates can draw upon to avoid repeating the same mistakes.
Several years ago, a European politician quipped to me that transparencyAccording to OGP’s Articles of Governance, transparency occurs when “government-held information (including on activities and decisions) is open, comprehensive, timely, freely available to the pub... More was just a fad, and that in 15 years people would no longer be talking about it. The robust (if uneven) evidence and thoughtful stock-taking reflected in the OGP’s landmark report suggests that the open government movement is just getting started.
El crecimiento de OGP ha sido tan rápido que es fácil olvidar que se fundó hace apenas ocho años. Lo que empezó como un grupo de ocho países en 2011, ha florecido a una alianza de 79 países y diversos gobiernos locales que, en conjunto, hoy representan a más de dos mil millones de personas. Hasta la fecha, los miembros de OGP han adoptado más de 3 800 compromisos para lograr que los gobiernos sean más abiertos y efectivos.
Pero, ¿Qué impacto han tenido esos miles de compromisos?, ¿se han implementado efectivamente? y ¿cómo pueden mejorarse en el futuro? El informe Democracia más allá de las urnas es un esfuerzo impresionante que busca arrojar luz sobre estos temas.
El informe se generó a partir de datos del Mecanismo de Revisión Independiente (IRM por sus siglas en inglés), así como una gran variedad de fuentes independientes para evaluar el estado del movimiento de gobierno abierto, tanto a nivel agregado (global), como a nivel fino (país). Quienes hayan intentado trabajar con los datos en bruto del IRM apreciarán el valor de tener análisis contextualizados de tendencias globales y desempeño de los países de fácil acceso e interpretación.
El informe puede ser un recurso muy útil para los reformadores de gobierno, pues presenta compromisos que otros países han establecido a manera de ejemplo para otros países. Además, el informe incluye un análisis sobre los vacíos en los compromisos y, lo que es más importante, en la implementación.
Para los que trabajamos en impulsar el tema, el informe es un recurso útil que permite monitorear en qué medida los gobiernos están implementando sus compromisos adecuadamente, así como identificar áreas de política y de datos que podrían ser la base de compromisos en el futuro. Además, permite evaluar si los compromisos de los gobiernos tienen un nivel de ambición adecuado y podría ser utilizado como una estrategia para identificar compromisos en otros países que podrían ser relevantes para abordar retos similares a nivel local.
Además, el informe incluye una sección sobre los miembros de OGP que puede ser utilizada como una herramienta rápida de referencia para evaluar los logros de los miembros de OGP y sus “reformas a seguir”. Estas páginas son útiles para evaluar el avance de los países con respecto a los compromisos de OGP e identificar áreas en las que la calidad y el nivel de ambición de los países podría mejorar.
Aunque el informe no compara los países entre sí, las páginas de los miembros permiten al lector evaluar los compromisos y avance de los países con respecto a otros gobiernos de su región y del mundo. Los impulsores del tema podrían utilizar esta información para iniciar una discusión sobre las reformas que son necesarias a nivel nacional.
A mí me parece especialmente destacable – y útil – que el informe presenta un análisis sobre temas específicos en los que los miembros de OGP se quedan cortos, lo cual representa una hoja de ruta para los gobiernos y la sociedad civil que están desarrollando compromisos. Por ejemplo, el informe señala que los datos de resultados de salud están muy por detrás de los datos de entrada en todos los compromisos de OGP a nivel global y recomienda a los miembros de OGP considerar la adopción de compromisos para centralizar y publicar datos comparables sobre las instalaciones de salud, desglosado por género y a nivel local. Además, el informe concluye que muy pocos países publican datos de presupuesto y gastos desglosados y sugiere que los reformadores e impulsores del tema deberían priorizar la creación de compromisos en dichas áreas.
El informe sintetiza una serie de lecciones aprendidas de la experiencia de OGP a través de una serie de casos de estudio de los esfuerzos que los gobiernos han llevado a cabo para implementar sus compromisos de OGP, algunos con más efectividad que otros. Los casos de estudio incluyen una gran cantidad de lecciones aprendidas que los actores interesados podrían tomar para evitar repetir errores similares.
Hace varios años, un político europeo me comentó que la transparencia no era más que una moda y que en quince años nadie hablaría del tema. La evidencia robusta (aunque irregular) contenida en el informe de referencia de OGP sugiere que el movimiento de gobierno abierto apenas empieza.
Leave a Reply