Participación Ciudadana en las Reformas de Gobierno Abierto y la Lucha Contra el Cambio Climático
El Acuerdo de París de 2015 fue considerado un parteaguas en las negociaciones internacionales sobre cambio climático, pues en él los países establecieron el objetivo de común de limitar el aumento en la temperatura a menos de 2 grados centígrados y fortalecer los esfuerzos de adaptación; además, los países tienen la flexibilidad de presentar sus propias Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés) para lograr el objetivo. Algunos países como China e India están impulsando el desarrollo bajo en carbono a través de grandes inversiones en energía solar y eólica. Otros gobiernos han ido más allá, con metas radicales de emisiones de carbono. Por ejemplo, los Países Bajos presentaron un proyecto de ley para reducir las emisiones (con línea base de 1990) en un 49% para el 2030 y en 95% para el 2050. Sin embargo, otros países se están quedando atrás, sobre todo Estados Unidos después de decidir retirarse del acuerdo en 2017.
Compromiso político en el largo plazo
La realidad es que continuar con los avances en el tema de cambio climático a través de las transiciones políticas es un reto muy grande, pues a pesar de que hay una relación clara entre el cambio climático y el desarrollo sostenible, para muchos tomadores de decisiones, la mitigación y adaptación son temas aislados que solo atienden después de dar prioridad al empleo, seguridad, salud y educación. Para muchos, los beneficios políticos de tomar acción en contra del cambio climático son pocos, ya que las acciones tomadas hoy beneficiarán a los políticos de mañana. Solamente en los países en donde la gente está sufriendo los impactos del cambio climático inmediatos como Bangladesh y las islas del Pacífico, el tema es una prioridad.
Sin embargo, esta dinámica política puede cambiar cuando las coaliciones nacionales cobran fuerza, amplían su base y exigen ser escuchados. Cuando la gente participa en las decisiones, se fortalece el compromiso con las reformas, ya que muchos ciudadanos en el mundo están preocupados por los impactos futuros del cambio climático. Por ejemplo, una encuesta que se llevó a cabo en la Unión Europea en 2017 encontró que para el 92% de los europeos el cambio climático es un problema serio. Esta preocupación es más notoria en los jóvenes: en mayo de 2018 una encuesta de Gallup reveló que el 70% de los estadounidenses entre 18 y 34 años de edad están preocupados por el cambio climático.
Muchas personas están buscando formas de incrementar la eficiencia energética, utilizar medios de transporte más sostenibles y consumir alimentos bajos en carbono para reducir sus huellas de carbono, pero sienten que sus acciones no están teniendo un impacto y esperan que los gobiernos establezcan compromisos más ambiciosos y asignen los recursos necesarios para apoyar la transición a una economía baja en carbono.
Participación ciudadana en contra del cambio climático a través de OGP
La Alianza para el Gobierno Abierto (OGP por sus siglas en inglés) ofrece tres tipos de oportunidades para que los ciudadanos participen en los compromisos de cambio climático de manera que tengan mayor aceptación política y sean sostenibles en el largo plazo. Estas oportunidades son: cocreación de compromisos de cambio climático en los planes de acción, desarrollo de compromisos que incluyan el principio de participación en el diseño de políticas y creación de plataformas para promover el acceso a datos e información.
El proceso de cocreación de OGP representa una oportunidad única para vincular las reformas de gobierno abierto con procesos de cambio climático: traducir las preocupaciones del público sobre cambio climático en una participación activa en los procesos de toma de decisión. Por ejemplo, Costa Rica, Argentina e Israel involucraron a las autoridades de cambio climático en el desarrollo de compromisos en 2017. Así, se logró una mayor coherencia entre los compromisos de OGP y las prioridades nacionales de cambio climático, además de capacitar a las autoridades sobre gobernanza y buenas prácticas a través de la Alianza. Al mismo tiempo, una mayor diversidad de actores de la sociedad civil pudo participar en la toma de decisiones para fortalecer el contenido y el nivel de ambición de los compromisos.
Entre 2016 y 2017, 11 países incorporaron compromisos de cambio climático en sus planes de acción de y en la mayoría de ellos participó la sociedad civil, por lo que el diseño fue más robusto y su nivel de ambición fue mayor. Por ejemplo, en Costa Rica la sociedad civil impulsó la creación de un compromiso que combina la publicación de datos con la participación pública y, por primera vez en OGP, se abordó el tema de financiamiento de cambio climático. A través de este compromiso, Costa Rica desarrollará un sistema de publicación de datos de cambio climático, incluyendo información financiera, en colaboración con el Consejo Ciudadano Climático.
Otros países han priorizado la participación en sus compromisos de OGP. Por ejemplo, en su plan de acción 2016-2018, Kenia se comprometió a desarrollar un proceso multisectorial para la implementación de su Ley de Cambio Climático de 2016. En su plan de acción 2018-2020, Francia se comprometió a promover la participación ciudadana en sus planes de adaptación al cambio climático y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por su parte, Sierra Leona ha ido más allá que muchos países al publicar información de cambio climático en formatos abiertos y accesibles. En su plan de acción 2016-2018, el gobierno se comprometió a seguir trabajando en este tema y a crear una base de datos central sobre los compromisos establecidos en sus NDC para permitir a los ciudadanos dar seguimiento a los avances en su implementación.
Una oportunidad única
Estos ejemplos demuestran el potencial que tienen los países de fortalecer su compromiso político con el cambio climático a través de la creación de un espacio que permita a los ciudadanos contribuir al diseño de compromisos de cambio climático, aprovechando el principio de cocreación de OGP. Sin embargo, los compromisos hechos hasta la fecha se enfocan principalmente en hacer que los datos sean más accesibles y no en buscar cambios transformacionales en las políticas de cambio climático. Para lograr un mayor impacto, es necesario difundir lecciones aprendidas sobre la participación ciudadana para el diseño de compromisos de OGP e involucrar a más organizaciones de la sociedad civil en el proceso de cocreación de OGP, incluyendo a los grupos que están liderando la lucha contra el cambio climático.