Práctica de Gobierno Abierto
¿Qué podemos hacer para prevenir la corrupción y dotar a la ciudadanía de herramientas para defenderse de los abusos de la autoridad? ¿Es posible generar espacios públicos limpios y funcionales? ¿Cómo garantizamos el acceso a la salud en contextos de escasez? En México, estamos trabajando para responder a estas preguntas. A pesar de que actualmente contamos con marco normativo adecuado, esto no es suficiente. Para lograr enfrentar estos retos, es necesario tomar acciones concretas y los ejercicios de gobierno abierto son una de las mejores herramientas que tenemos para hacerlo.
Un ejemplo de cómo el gobierno abierto puede prevenir la corrupción proviene de la India. I Paid a Bribe consiste en una plataforma digital donde los ciudadanos pueden reportar anónimamente actos de corrupción. Posteriormente, la plataforma identifica las áreas donde la corrupción está más presente. Esto permite divisar estrategias para subsanarlas, como ofrecer información detallada a los ciudadanos sobre el procedimiento correcto para realizar trámites públicos y, de esta manera, evitar que las autoridades puedan aprovecharse de ellos. La plataforma también propicia que se inicien investigaciones y se sancione a funcionarios corruptos.
En cuanto a la mejora de espacios públicos una práctica que merece ser mencionada es Fix My Street. Este programa consiste en una plataforma digital donde los ciudadanos británicos pueden reportar y dar seguimiento a problemas que suceden en los espacios públicos de sus localidades, como baches, basura, alumbrado público en mal estado y grafitis. Posteriormente, estos reportes son canalizados a las autoridades correspondientes. Además, la práctica opera con licencias abiertas por lo que es replicable. Barrios en Acción es la versión chilena del programa. En esta plataforma los habitantes de Santiago pueden reportar situaciones de su vecindario que les gustaría que se arreglaran. Los reportes son, subsecuentemente, enviados a las juntas de vecinos y al ayuntamiento municipal.
Por su parte, los países africanos han hecho avances importantes en usar el gobierno abierto para mejorar la provisión de servicios públicos. En Uganda, por ejemplo, mTrac es un programa que permite a la población y a los trabajadores de la salud reportar, mediante mensajes de texto, escasez de medicamentos, brotes de enfermedades y quejarse de las condiciones de los servicios de salud en general. Esto ha reducido el desabastecimiento de medicinas, mejorando las condiciones de los servicios de salud en el país y ha detenido la expansión de enfermedades como el ébola y el cólera.
Los cuatro ejercicios anteriores forman parte del Banco de Prácticas para la Apertura Institucional. El banco fue elaborado por el INAI junto con el Colegio de México y recopila 63 experiencias exitosas de gobierno abierto de 22 países. El objetivo de la colección de prácticas es facilitar la implementación de prácticas de gobierno abierto en México para resolver los problemas que enfrentan los gobiernos locales. Actualmente, se están llevando a cabo ejercicios locales de gobierno abierto en 25 de los 32 estados. Aprender de éxitos internacionales puede ayudar a los formuladores de políticas, a la sociedad civil y a la población a implementar mejores proyectos de gobierno abierto. Así, en lugar de diseñar programas cuyo éxito es incierto, pueden adaptar algunos que ya han rendido frutos en otras comunidades.
El banco no solo tiene el potencial de beneficiar a México, las prácticas que recopila pueden ser de utilidad para cualquier persona que esté interesada en involucrar a la ciudadanía en la resolución de problemas públicos. A pesar de que las prácticas provienen de contextos muy diferentes, en esencia, los problemas que afectan a las personas en su vida cotidiana son los mismos en todo el mundo. Una imitación cuidadosa de los éxitos internacionales tiene el potencial generar nuevos proyectos para, entre otras cosas, prevenir la corrupción, generar mejores espacios públicos y garantizar derechos básicos de cara al cumplimiento de la agenda 2030. A seis años de la creación de la Alianza para el Gobierno Abierto, tenemos la oportunidad de pasar de las leyes y discursos a implementar los compromisos locales que mejoren verdaderamente la vida en nuestras comunidades y, con esos resultados, restaurar la confianza de la población en las autoridades, tema central de la reunión del Comité Directivo de la Alianza que tuvo lugar el 19 de septiembre en Nueva York.