Rostros del Gobierno Abierto – Lancelot Pecquet
¿Por qué estás interesado en el gobierno abierto? ¿Cómo es que tu experiencia te trajo hasta aquí?
Yo empecé a trabajar en lo que aún no se llamaba “gobierno abierto” en el 2007. Ese año, Francia tuvo un nuevo presidente y un nuevo gobierno que tenían especial interés en la seguridad y la defensa. Unos meses después, Francia ocupó la presidencia del Consejo de la Unión Europea.
En ese contexto, pensé que sería bueno que los ciudadanos de Europa desarrollaran un pensamiento crítico sobre la seguridad y la defensa en un sentido más amplio. “¿Las cámaras de video y los sistemas de vigilancia son algo bueno para mí como ciudadano? ¿Son eficientes? ¿Y la libertad cívica y la privacidad?”
Tenía algo de experiencia en estos temas, tanto a través de mi carrera profesional como durante mis 15 años de voluntariado en la Cruz Roja, organización de la sociedad civil internacional, independiente pero socia de los bomberos militares, servicios médicos de emergencia y la policía en los casos de desastre.
Le sugerí a un grupo de organizaciones de la sociedad civil organizar una serie de reuniones “eurociudadanas”. Nos reunimos de forma regular durante tres meses y tuvimos la participación de cien personas de varios países Europeos. Enviamos un informe al gobierno y a los miembros del parlamento nacional y europeo. El primer ministro de Francia y el Director de la Comisión Nacional de Defensa nos agradecieron nuestro análisis y propuestas, pues podrían “nutrir a la presidencia francesa del Consejo de la Unión Europea.” Esa fue mi primera experiencia con el gobierno abierto.
En 2012 hice una presentación en el Open World Forum de París tras escuchar sobre OGP y descubrir lo que Barack Obama y su administración habían intentado impulsar desde su primera directiva de gobierno abierto en el 2009. En 2013, se fundó République citoyenne y fui invitado a asesorar a Etalab, el grupo de trabajo del primer ministro para los datos abiertos y el gobierno abierto.
¿Quiénes son los líderes de la sociedad civil de Francia y qué tipo de apoyo recibes por parte del gobierno y de los ciudadanos?
Francia tiene más de un millón de organizaciones de la sociedad civil, quienes reúnen 13 millones de voluntarios y 1.8 millones de empleados (aproximadamente 10% de todo el empleo en Francia). Sin embargo, más o menos el 80% de estas organizaciones solamente cuentan con voluntarios.
En términos financieros, aproximadamente la mitad del presupuesto de estas organizaciones proviene de gobiernos nacionales y locales (€ 85 mil millones), como subsidios (€21 mil millones) y como contratación pública (€21 mil millones). Los ciudadanos franceses donan alrededor de €2.5 mil millones, aunque sobre todo donan su tiempo: 4 millones de voluntarios constantes dan más de 2 horas a la semana (lo equivalente a un millón de empleados de tiempo completo).
Tras Brexit, ¿Qué papel crees que puede jugar la sociedad civil europea en el mantenimiento de la identidad europea?
Europa está enfrentando muchos retos y, por muchas razones, Brexit es uno de ellos. En este momento, es difícil predecir qué va a pasar en la práctica. Espero que podamos seguir colaborando con la sociedad civil británica en buenos términos.
¿Cómo se está organizando la sociedad civil francesa para responder a los retos actuales, por ejemplo la crisis de migrantes y la presencia de políticos populistas en Europa y otras regiones?
La crisis de migrantes es una tragedia humana y un problema muy complejo que varias organizaciones de la sociedad civil están intentando abordar, en la medida de lo posible, con sus contrapartes de otros países y en ocasiones con (o a veces en contra de) gobiernos.
Es cierto que los políticos populistas están aprovechando ésta y otras crisis y miedos para ejercer una mayor influencia.
Las organizaciones de la sociedad civil pueden tener un impacto positivo en la democracia al ofrecer información a los ciudadanos e informar que las soluciones simplistas que presentan los populistas podrían empeorar las cosas aún más.
Dicho esto, hay otras razones que explican la subida de los políticos populistas. Por ejemplo, los gobiernos que prometen demasiado (en particular cuando organizan consultas de gobierno abierto) pero no cumplen pueden desencadenar desilusión y extremismos. No debemos subestimar este fenómeno.
Las organizaciones de la sociedad civil pueden monitorear al gobierno (compromiso, acciones, consultas) y ofrecer retroalimentación pública para ayudarle a “regresar al buen camino”.
¿Qué expectativas tienes de la Cumbre de OGP, tanto a nivel personal como para la sociedad civil?
Para la sociedad civil, espero que se reúnan con sus colegas de todo el mundo, compartan experiencias, diseñen nuevas alianzas y fortalezcan las existentes y poder así abordar los retos que todos los países enfrentan.
A nivel personal, me dará mucho gusto reunirme con colegas y amigos que he conocido en otras Cumbres de OGP en Dublín, Nueva York y México y conocer en persona a los colegas con quienes he tenido discusiones en línea sobre el gobierno abierto y otros temas relevantes.
¿Cuál es tu mensaje clave sobre el gobierno abierto? ¿Por qué la gente debería de importarle y apoyarlo?
Para mí, el gobierno abierto es un nuevo tipo de colaboración entre los actores públicos y la sociedad civil para encontrar, juntos, soluciones a los retos que las democracias enfrentan: crisis de derechos humanos, degradación ambiental, pobreza.
Con République citoyenne, hemos tratado de fortalecer el pensamiento crítico de los ciudadanos sobre temas de democracia. La implementación del gobierno abierto implica grandes oportunidades para mejorar nuestras democracias (participación ciudadana, mejor transparencia) pero también algunos riesgos (nuevas formas de cabildeo, populismo, vigilancia política) que deben ser considerados y abordados.
París fue la ciudad donde se llegó al acuerdo de la COP21. ¿Cómo crees que la sociedad civil y el gobierno pueden colaborar hacia la protección del ambiente?
El acuerdo de la COP21 y el proceso de OGP tienen similitudes que podrían fortalecerse con una mejor integración. Esto también podría permitir a las organizaciones de la sociedad civil consolidar sus esfuerzos sobre el diseño, implementación, monitoreo y actualización de los planes de acción.
Francia ha sufrido varios ataques terroristas y operaciones anti terrorismo. ¿Cómo crees que el gobierno debería balancear la seguridad con el derecho a la privacidad? ¿Qué puede hacer la sociedad civil para proteger estos derechos?
Mi primera experiencia de gobierno abierto fue precisamente en el tema de seguridad y defensa y su relación con los derechos básicos de la ciudadanía. Es por ello que valoro el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil de Francia y otros países que luchan por los derechos básicos de la ciudadanía y al mismo tiempo mejorar su seguridad.
Estas organizaciones explican, por ejemplo, que la debilitación de la criptografía, como sugieren algunos políticos para facilitar la vigilancia de los grupos criminales, es en realidad una muy mala idea porque éstos podrían aprovechar esas mismas debilidades para tener acceso a la información de los individuos y las empresas. Esto también podría ser contraproducente y debilitar la seguridad de las personas y las empresas.
Como ya lo están haciendo algunas organizaciones, es necesario demostrar que las causas por las que luchamos no son pasatiempos de idealistas, sino que son importantes para mantener vivas nuestras democracias.
Para ti y para la sociedad civil, ¿Qué tendría que ocurrir para que la Cumbre sea un éxito?
Por lo menos un resultado positivo y medible o tangible en un tema de importancia para la gente (tanto los ciudadanos franceses como de otros países), ningún desastre y la sonrisa de las personas.